martes, 8 de marzo de 2016

El Diario de Un Gato

El Diario de un Gato 
Hoy es mi tercer Día, no veo bien, no se por qué pero me siento tranquilo porque me siento cuidado de al lado de mi mami que me acaricia con su lengua, junto con mis 5 hermanitos. Me siento genial! 
Ya tengo una semana. Hoy desperté y falta uno de mis hermanitos. Mi madre mueve la cola como con signo de preocupación por lo que sucedió. Pero se esmera más en cuidarnos. 
Tres semanas, ya veo muy bien y con mis hermanitos queremos ir mas allá de lo desconocido, pero nuestra mami nos trae de nuevo a nuestro cesto. Y vi a una señora muy grande parece ser mayor de edad y nos mira con ternura, ¿será nuestra dueña?.. 
Al otro día muy temprano nos despierta esa señora y nos encierra a mis hermanitos en una caja, me siento asfixiado, mi madre me llama, y mis hermanitos y yo también llamamos con maullidos incesantes. Mi madre no se escucha más… las horas pasaron y la caja parece estar quieta. Estamos desesperados, el calor y el poco aire nos abruma, y llamamos a nuestra madre incansablemente con nuestros maullidos por horas, el tiempo transcurre y hace frio.. .mis hermanitos dejaron de moverse y yo sigo llamando a mi mami. Me desvanezco de sueño, tengo hambre y sed. Estoy cansadito, una luz de esperanza está abriendo la caja, una niña me toma. Y me desmayo entre sus manos. 
Dos meses. Ahh, qué feliz me siento que mi ama me allá rescatado, no sufro de frio, ni hambre ni sed… me dieron una gran caja pero a veces duermo con mi amita. Aunque la madre de mi ama le reprende para que no lo haga. Estoy muy hábil salto y corro con gran velocidad. 
Cinco meses. Mi velocidad a aumentado consideradamente, pero hoy no se lo que sucedió. Yo quería jugar con la mama de mi ama y me dio un escobazo muy fuerte porque mi pisó la manito, me duele un poco mi mano pero ya se está recuperando. No sabía que a ellos le molesta que me pisen mi mano. Pero ya va a llegar mi amita en cualquier momento y ella me besa y me cuida. Y yo me tiro en su falda ronrroneado, me fascina. 
Seis meses. Huy, no aguanto más! Estoy aguantando. Tengo miedo de hacer mis necesidades y si hago me van a regañar y tal vez me pegue con esa odiosa escoba, y luego me van a arrojar en una caja de piedritas blancas. 
Ocho meses. La mamá de mi ama acuerda de que a la noche tengo que ir afuera y hace frio, tengo miedo. Está obscuro pero mi curiosidad me abraza en su manto de lo desconocido y me aventuro. 
Doce meses. Ahhh, es un año! Soy muy hábil! Mi amita me adora, me quiere muchísimo y no veo en estar la hora con ella, me afilo las uñas constantemente por los nervios. A su llegada y de golpe una sombra se acerca hacia mi, cuando miro es demasiado tarde… un escobazo... la mamá de mi ama me grita y no entiendo lo que dice y me da escobazos incesantes, toma un mechón de mi pelo de un sillón y me lo muestra gritándome. Yo no quiero mirar solo escapar, pero mi dolor en el oído por el primer golpe no me deja escapar a sus atinados y repetitivos escobazos. Mi amita llega y yo estoy tirado en mi alfombrita... La miro echado pero me duele mucho el cuerpo para ir hacia ella. 
Dos años. Estoy totalmente recuperado, me tiro a los sillones pero ya no me acerco a la mama de mi ama. La evito, la veo y corro para otra habitación, sólo me dejo tocar por mi amita, y respondo a sus llamados ni bien llega. Me cuida como mi mami y me da mimos, me encantan, estoy esperando nuevamente a mi amita que llegue. 
Hoy me tomaron de atrás, no me di cuenta cuando llegó mi amita. No!, estoy equivocado, es la mamá de mi amita… Ahh, que bien se siente, creo que ya se amigó conmigo, me está acariciando y no puedo controlarme porque me encantan las caricias, me siento mucho muy cómodo. Me mira y se sonríe. Y cierro los ojos. 
Oh no! Estoy de nuevo en una caja… Estoy enloqueciendo, maullo fuerte, rasgo y ruedo como puedo en la apretada caja. Hey! Maullo, ¿dónde me llevan? En otro maullo. ¡quiero a mi amita! Estoy bien donde estoy, al menos esta vez tengo un agujero por donde respirar y ver tambien tras de el. Pasa una hora y abren la caja salto de inmediato y me escapo un par de metros. Miro alrededor no estoy en mi casa,y no se dónde está mi amita... Hay sólo un hombre grande. Dice algo como:, “tu serás bueno para las ratas…“. 
Tres años. Estoy sediento, a veces este nuevo amo se olvida de poner agua en mi tarrito, otras veces esa agua, de tanto tiempo, se pone como podrida pero igual me la rebusco tomando agua de una gran tina blanca que hay en una habitación de olor espantoso a la que la llaman toilette o algo así. Me tengo que auto mantener, la necesidad me ha hecho buen cazador de todo tipo de roedores. A veces me enfermo con facilidad, temblequeos o fiebre. Esta comida a veces está contaminada con los venenos, que mi propio amo arroja por toda la casa. Estoy desteñido y un poco desgarbado. Ahh, como añoro a mi amita, no recibo más sus besos ni sus caricias irresistibles. Quedo mirando por la ventana cerrada en el altillode esta horrible casa hacia una vereda donde cruza gente y las observo por días, semanas. Mi amo a veces llega de una condición extraña, se tambalea y me arroja latas de una bebida asquerosa que hiede espantoso, me da asco lamer mi cuerpo cuando un poco se derrama sobre mi. 
Años siguiente. Ahh… (suspiros). No se cuantos años han pasado, perdí ya la cuenta. Estoy triste. Llueve torrencialmente y miro por la ventana hacia la vereda. Teniendo la fe de hallar a mi amita. Se escucha que mi nuevo amo está entrando a la casa. ¿Qué veo allá? Esa es mi amita, ¡sí, es ella, cómo ha cambiado! Pero tengo un palpito que es ella. Corro por las escaleras rápidamente y hago una suerte de arrebato entre las piernas de mi amo y me escapo cuando el abre la puerta, salto una pequeña puerta y miro. La lluvia me está empapando. Odio el agua pero más amo a mi amita, maulló pero no me escucha, está muy lejos, corro hacia donde se dirige ella, da vuelta la esquina, y corro cruzando la calle. Ohh no!! Un vehículo de dos ruedas, pasa sobre mí y grito con un maullido escalofriante. Mirando a lo que parecer es mi amita, lloviendo, sobre el piso mojado. Ella mira hacia atrás y me ve. La estoy mirando. ¡Pobre gatito!, dice ella. Me recoge dolorosamente, me duele mucho la cabeza. Me toma sobre su seno y dice mi nombre. Cierro los ojos a pesar del dolor, estoy en el cielo, es mi amita. Me siento muy mal y muy bien a la vez, es una cosa muy ambigua. Estoy dolorido como nunca antes lo había estado, pero muy feliz en lo profundo de mi corazón porque estoy en el seno de mi amada. Me llevó a un lugar donde estaba lleno de otros gatos y perros. Sólo miraba erráticamente. Sólo quería cerrar los ojos y olfatear a mi amita, ya que estaba yo mojado entre sus brazos y un señor de blanco estaba a su lado, y me toma sin misericordia, me hace gritar de dolor y le dice que no tengo remedio, más que una inyección. Mi amita llora decistiendo un no con la cabeza, y mi alma también de alegría llora. Cierro mis ojos entre el seno de mi amita.Este hombre sugiere que tengo que dejar de sufrir, que no viviré por muchas horas más. Ella me mira y yo abro mis ojos diciéndole que la amo, y ella responde que desea tenerme unos minutos más y si puede quedarse ahí en un asiento. Pasan los minutos, se está poniendo obscuro, la miro por última vez, enamorado, acompañada de una única lagrima doy mi ultimo ronrroneo, como un adiós, como un gracias, como un te amo amita mía. 

Autor: Abel David Rosales

No hay comentarios:

Publicar un comentario